(Publicado en el espacio Opinión Pública del diario Última Hora el jueves 06 de enero del 2011)
Querido Paraguay: no es que quiera pasar por mal agradecido, amargado o quejón, pero estas líneas reflejarán una realidad que vivimos todos tus habitantes con un tono de lo más optimista, aunque para algunos suene todo negativo.
Querido Paraguay: no es que quiera pasar por mal agradecido, amargado o quejón, pero estas líneas reflejarán una realidad que vivimos todos tus habitantes con un tono de lo más optimista, aunque para algunos suene todo negativo.
Llega el nuevo año acompañado del fuerte verano y las vacaciones para poder disfrutar con la familia o amigos. Es cierto que no poseemos mar, pero si una interesante variedad de arroyos y vegetación natural muy bonita. No todos podrán gozar de esa naturaleza relajante, tal vez porque no saben que lo tenemos, su ubicación para ir hasta allí o simplemente, y lo más probable, es que no tengan dinero para disfrutar de vacaciones. Algunos no dispondrán de tiempo porque deben trabajar ya que viven y comen de lo que ganan en el día.
Los que se aventuran a los balnearios o bien a “San Ber”, deben ser concientes de que allí se encuentra minado de inconcientes (valga el juego de palabras) con grupos de amigos disfrutando de excesiva bebida espirituosa, con la camioneta-disco a todo volumen de cachaca, piropeando a todas las mujeres que pasan cerca y tirando las latitas en la calzada, en el arroyo o entre las plantas. Al volver se deberá estar muy alerta en el volante porque te toparás con todos los ebrios en sus autos y motos creyéndose Ayrton Senna.
Los de la clase media para arriba, pueden disfrutar de sus piletas privadas o clubes sociales, donde comparten con amigos mientras hacen deportes o actividades del ocio. Rutinario al fin. Todo el año asisten a sus clubes y ven siempre la misma gente.
Los que tienen la oportunidad de salir del país son tal vez los más afortunados. Escapan de una realidad que da la impresión de que nuestro país no avanza. Y digo esto porque simplemente al cruzar el Puente de la Amistad hacia Foz o bien a Formosa, ya nos percatamos de las amplias carreteras, carteles señalizadores y paisajes distintos a los nuestros que nos hacen parecer que vivimos en una aldea.
Los sábados por la noche, domingos y feriados los pocos shoppings están abarrotadas de personas, no hay espacio para caminar ni estacionar. Claro, lo que pasa es que es el único entretenimiento sano y bonito que hay en Asunción, donde uno puede comprar tranquilo o simplemente dar una vuelta de paseo y disfrutar en familia sin correr peligro de que lo asalten.
Las plazas para pasarla en familia, con los niños jugando en el parque mientras disfrutas de un bocado en el pasto o banquillo y observas como corre tu mascota junto a los chicos podría ser casi una fantasía utópica aquí. Nuestras plazas, salvo rarísimas excepciones, están sucias, parques sin mantenimiento, pasto largo, basuras, millones de mosquitos y algún que otro vagabundo durmiendo en el banco después de la “cañita”. Eso sin contar los peligros que se corre de ser “apretado” por las “pirañitas”. Un domingo por la tarde-noche fui testigo de que una hamburguesería utilizaba como estacionamiento para sus clientes la vereda de la plaza de en frente. Si, leíste bien. Estacionan en la vereda de la plaza pública y nadie los multa.
Solo un pequeño sector, pequeñísimo, tiene la dicha de poseer alguna que otra estancia en el campo, rodeado de arroyos y buena vegetación, con casas modernas que llenan de comodidad para unas “vacaciones en el campo”.
Si es cierto que experimentaste un crecimiento del 14,5% en tu economía, espero profundamente que esa plata tenga un retorno para la sociedad entera en este 2011, donde podamos disfrutarte como país, con calles lindas, señalizadas, nuevas carreteras, incentivación al turismo interno, seguridad en las calles y en el campo,.
Que nos ofrezcas más plazas limpias, calles y veredas sin borrachos y bien iluminadas donde podamos caminar con nuestros hijos, atracciones para que la gente quiera invertir en entretenimiento sano. Que apliques la ley a los infractores y desubicados sociales.
Y con estos actos ayudarás a la mentalidad pesimista del paraguayo que cree que no podemos cambiar.
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