(Publicado en el espacio Opinión Pública de Última Hora el lunes 26 de julio de 2010) Los nombres de los personajes que se mencionan a continuación no son reales. Gran parte del relato también es ficticio, aunque fui una de las víctimas. Decidí recrear cómo sería el comienzo y término del día a día de estos sujetos. Cualquier parecido con la realidad es nada más que una coincidencia.